En 1732 estrena su Éryphile (Semíramis), pero alcanza su máximo éxito teatral con Zaïre (1732), una tragedia escrita en tres semanas. Y así fue, en efecto; Condorcet, en su Vida de Voltaire, escribió: «Esta obra fue para nosotros el inicio de una revolución». En 1731 se publica al fin su Historia de Carlos XII, donde esbozaba los problemas y tópicos que, más tarde, aparecerán en sus Cartas filosóficas (1734); por ejemplo, defendía a machamartillo la tolerancia religiosa y la libertad ideológica; tomaba como modelo la permisividad inglesa y su laicismo y acusaba al cristianismo de constituir la raíz de todo fanatismo dogmático.