A la hora de bucear una información, uno puede encontrar que para unos el gol fue de “fulano”, mientras que para otros, ese mismo tanto se lo daban a “Mengano” o a “Perengano”. Entre los patrocinadores del Arsenal figuran Emirates, que luce su logotipo en el frontal de la camiseta, en la ropa de entrenamiento y da nombre al estadio, Visit Rwanda, los neumáticos Coopertires, Gatorade, los centros deportivos Vitality y Worldremit. Pero cuanto más me gustaba el fútbol, más ponía el foco en el juego y el Arsenal F.C. Fue lo único que sentí que, en el juego moderno, necesitábamos. Koscielny y Vermaelen, tampoco libres de pecado, fueron los asideros a los que el Arsenal se agarró en defensa para sortear una de las temporadas más complejas, que terminó con una nueva clasificación para la siguiente Champions League, la cita a la que Wenger no falta desde que está en Londres. El Bayern está en los cuartos de final de la Champions League; el Arsenal, eliminado en octavos una vez más; Arsène Wenger, criticado por su falta de éxito; Özil, señalado por crítica y público; y nadie ha reparado en Per Mertesacker. Tanto uno como otro no necesitan llevar un brazalete que les cubra el bíceps para sentirse líderes, y en el caso del alemán su labor se aprecia al observar la adaptación a la liga y la vida inglesas de sus compatriotas Lukas Podolski y Mesut Özil, o con la reprimenda pública que se llevó este último cuando se marchaba melancólico del Etihad tras perder ante el Manchester City, rival directo.
De firmarse el acuerdo, el patrocinio técnico del Arsenal será el tercer mejor pagado en la industria del fútbol, tan sólo superado por el Manchester United, también con Adidas, y el FC Barcelona, con Nike. El Manchester City pasó por encima del Chelsea en el partido estrella (2-0). El español Mateo Joseph, de 19 años, debutó con el Leeds. Por eso, no es de extrañar la falta de rigor a la hora de hacer lectura comparada de las publicaciones de la época sobre un mismo partido. El Arsenal FC lleva años sin proclamarse campeón de la Premier League, pero la falta de resultados en las principales competiciones parece no haber limitado su capacidad de negociación de patrocinios. Ni siquiera los mundiales escaparon a la improvisación estadística derivada de la falta de identificación de los jugadores. A su llegada, Herbert Chapman expresó el deseo de que sus jugadores estuvieran vestidos de manera más distintiva.
No es difícil imaginar lo complicado que resultaba antes identificar a los jugadores. Entre los que alcanzaron cierta relevancia futbolística estaban Leandro González Pirez, Ezequiel Cirigliano y Daniel Villalva, todos con presencia en la Primera de River. La primera vez que son vistas siendo usadas es en el examen de licencia provisional de héroes por Denki. Socorrido por la velocidad de Sagna y Koscielny cuando perdía la posición y apoyado en Arteta para dar una salida de balón limpia al balón, Mertesacker comenzó a ser una figura habitual a la que la grada comenzaba a respetar. Soy un delantero al que siempre le gusta tener el balón para atacar con velocidad, hacia la portería. La sensación que quedaba situaba a Mertesacker en la línea de defensas de dudoso legado como Sébastien Squillaci o Johan Djourou, apartándolo de la estela de Tony Adams, el icono que ha quedado en la historia como defensa de referencia en el conjunto gunner. Historia viva. Fotografías del ayer y el hoy del Arsenal se exponen en la galería Saatchi de Londres, una de las más importantes de ese circuito.
Asentado como el tercer capitán del equipo, el brazalete ha llegado a él por la autoridad que ejerce en el vestuario, un respeto que comenzó a ganarse desde que firmó su contrato el último día del mercado de fichajes de agosto de 2011. Ese día, junto a Mertesacker firmaron André Santos, Yossi Benayoun -cedido- y Mikel Arteta. Ese axioma le ha permitido al club fundado a fines del siglo XIX por los trabajadores de una fábrica de armamentos de Londres trascender las fronteras del Reino Unido, llegar a cada rincón del planeta, y generar un sentido de pertenencia inigualable en millones de personas. La mano derecha de Monchi en los últimos años no ha aprobado el examen en Liga (sí en las otras competiciones) y el club ya le busca sustituto. Independientemente de si la historia es verdadera o no, el Arsenal finalmente estableció dichas camisetas para sus encuentros que dispute como local, convirtiéndose con el paso de los años en un símbolo del club, y vistiendo desde entonces así, con la excepción de dos temporadas.
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