El primer texto de este periodo es Majestades, crímenes y víctimas (Anagrama,1987), un ensayo de sociología jurídica que pasa revista a un bloque de delitos aparentemente dispares -propaganda ilegal, homosexualidad, apostasía, eutanasia, blasfemia, prostitución, prácticas mágicas, idiosincrasia farmacológica, pornografía, contracepción, sedición, fraude fiscal, escándalo público, objeción de conciencia y la revelación de secretos de Estado-, cuyo denominador común es «borrar la frontera entre moral y derecho, con efectos inevitablemente corruptores para ambas esferas».